SAN JOSÉ OBRERO (ZAMORA)

DANZA EN LA CAPITAL

1 de Mayo de 2007

En la Tarde del martes día 1 de Mayo, el grupo de Paloteo de Tábara se desplazó hasta la capital zamorana, para participar como colofón, en las fiestas populares del barrio de San José Obrero, invitados por la asociación “Desarrollo Comunitario de San José Obrero”.

La actuación que se prolongó por espacio de una hora y cuarto, estuvo dividida a su vez en tres partes. La primera de ellas se efectuó con la Danza guerrera, en la que se interpretaron cinco lazos: Señor mío Jesucristo, Las calles de Roma, Las Vuelticas, La Mamita y Mambrú. En la segunda parte pudimos ver como las niñas más pequeñas de la Escuela de Folklore de Tábara, interpretaban bailes típicos zamoranos: Las Alforjas de Pozoantiguo, El Pelele, Las Agachaditas de La Hiniesta, El Corro de la Jardinera de Rabanales y La Botella, baile muy popular en toda la provincia. La tercera parte y como remate de la actuación, volvió el grupo de Paloteo para interpretar otros cinco lazos: La Procesión, La Carmelita, La Pasión, La Verde y el Veinticinco.

Para la actuación que efectuó el grupo, cabe destacar los avances que se están efectuando en el seno del mismo, como es el caso del estreno de las nuevas coronas florales a modo de mitra que portan, la exhibición del estandarte, estrenado para la ocasión y la parte más importante en la labor de recuperación de la Danza de Paloteo de Tábara, en la que dos de los lazos interpretados, se han vuelto ha danzar después de 24 años en el olvido, estos son, Mambrú y La Procesión.

Acudió un gran número de público a la Plaza de La Encomienda, que con sus aplausos y vítores, animaron si cabe más, a que los danzantes pusieran todo su empeño en ejecutar las danzas guerreras ancestrales, que con tanto trabajo y esfuerzo se están recuperando del olvido.

Para el evento se desplazaron veinticinco personas, además de los acompañantes y los padres de las niñas, los cuales tuvieron que asumir un gran esfuerzo ya que en la localidad tabaresa, el 1 de Mayo se celebra el día del Bendito Cristo, fiesta muy sentida por los parroquianos, en la que, al final de la procesión, en la que se venera a Cristo crucificado, se sortean al mejor postor, los ramos y los bollos maimones tradicionales.