Una
vez más, después del paréntesis efectuado el año pasado, la Danza
de Paloteo de Tábara vuelve a la procesión del Corpus Christi y
este año si cabe con más fuerza, con aires renovados, con sangre
nueva y con una tradición que ya parecía perdida, que ha vuelto a
recuperarse.
Con
más fuerza porque después de dos años sin danzar en esta fecha,
disponíamos de 11 danzantes, con aires renovados porque de esos 11
danzantes 8 de ellos era la primera procesión en la que
participaban, de ahí la sangre nueva y por último la tradición
porque hacía muchos años que el Mayordomo del Corpus no pedía a la
Danza que actuara por su expreso deseo y este ha sido el año en el
que se ha retomado este detalle.
Tradicionalmente
y como un mes anterior a la fecha en que se celebraba el Corpus, el
Mayordomo, asesorado por el maestro de la Danza elegía a los mozos
que iban a participar en la procesión del Corpus Christi y por
extensión el resto del año. Por lo que desde que se escogía a los
danzantes estos ensayaban todo el tiempo que hiciese falta para poder
estar preparados para la fecha en cuestión.
La
víspera de la Fiesta del Corpus, Miércoles, iban a buscar al
Mayordomo a su casa, bailando y danzando en las bocacalles, una vez
allí eran convidados a anís y pastas y seguidamente iban a buscar
al sacerdote, para después asistir a la novena. El día del Corpus
se hacía lo mismo, pero además se recogía a las autoridades y toda
la comitiva se dirigía hasta la Iglesia para asistir a la homilía y
seguidamente a la Procesión, donde además de la custodia bajo palio portada por la autoridades, procesinaban y procesionan los niño/as que han comulgado ese año, donde los danzantes en todo momento iban
bailando y danzando de espaldas porque no podían perder en ningún
momento la cara a la custodia. Cuenta la tradición que el Birria,
en los altares colocados para la ocasión, donde se bendice el vino y el pan, saltaba sobre los niños nacidos en el año, para
preservarlos del mal (al estilo del Colacho de Castrillo de Murcia, Burgos).
Las calles por donde pasa la procesión se engalanan con sanjuanes, petalos de flores, tomillo y romero.
Saliendo de la casa del Mayordomo, que se atisba al fondo, portando la vara del Santísimo
Entrada en la iglesia de los danzantes
Preparados para el inicio de la procesión
Los niños de comunión, testigos de excepción de los danzantes
En
total se Danzaron siete lazos:
Señor
Mío Jesucristo
Las
Calles de Roma
La
Pasión
Mambrú
Las
Vuelticas
La
Verde
El
25
El
primero de ellos a la puerta de la Iglesia, después a la puerta del
Mayordomo situada en la Plaza Mayor, La Pasión en la bocacalle de la
calle Prado, en la parte de abajo de la Calle Puebla, en la Plaza El Sol,
en la Plaza Santa Rosa y de Nuevo a la puerta de la Iglesia en la
Plaza Mayor.
Los
danzantes que estuvieron en esta ocasión son los siguientes (escribo
en masculino porque de siempre los danzantes fueron chicos, pero en
esta ocasión eran todo chicas):
Paloma
Fresno Casas
Carla
Casado Arias
Araceli
Morán Canas
Nerea
de Dios del Río
Laura
de Dios Calle
Alba
de Dios Calle
Emma
Peña Ruiz
Lucía
Casas Blanco
Elena
Fernández Martín
Marta
Casas Pérez
Alejandra
Jorge Lorenzo
Tamborilero
Carlos Fresno Gago
Danzando Señor mío Jesucristo
Video del Lazo: Señor Mío Jesucristo
Inicio de la Procesión
Los niños como es tradición van arrojando petalos de flores a su paso
Las Calles de Roma
La Pasión
En esta ocasión no disponíamos de Birria, por lo que uno de los danzantes hizo las veces del mismo
Mambrú
Ascendiendo la C/Cuesta, justo antes de llegar al altar
El altar montado para la ocasión, donde se presentan los niños nacidos en el año.
Hasta hace unos años se montaban tres y cuatro altares y la procesión iba haciendo altos en el camino, donde como comentaba al principio el Birria realizaba el salto sobre ellos; esperamos poder recuperar algún día esta tradición
Las Vuelticas
El 25
Un video que vale más un video que unas fotos
El lazo del 25
La foto del grupo que danzó no puede faltar en ninguna de nuestras intervenciones.
Desde
aquí expresar mi agradecimiento al Mayordomo Nicolás y a su mujer
Anabel, por contar con nosotros para poder seguir recuperando nuestro
patrimonio inmaterial y por confiar en un grupo de danzantes tan
jóvenes que supieron mantener el tipo ante su primera actuación en
serio.
Reiterar
mi agradecimiento al pedazo de reportaje que nos hizo una vez más
Toño y que nunca vamos a poder pagar tantos favores realizados.
MUCHÍSIMAS GRACIAS.
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